Varios son los datos que permiten vislumbrar el inicio de un rebote de cierta entidad de corto plazo (dentro del mercado bajista en el que se encuentra el mercado actualmente).
La primera pista se dio el viernes tras los vencimientos de derivados, en la que el vencimiento de muchas opciones puts (tomadas como protección y cobertura antes eventuales caídas del mercado). El cierre de dichas posiciones implica la compra de futuros, lo que eventualmente implica subidas de mercado (si no se renueva la compra del mismo número de puts).
Y esto es lo que se refleja de la pérdida del soporte del VIX de volatilidad del S&P 500 (nivel de 28,20-28,35 aproximadamente) es indicativo de la reducción de miedo en el mercado (reducción de coberturas), y el paso de compras de índices y acciones :
A esto cabe añadir el extremo del sentimiento bajista (indicador de opinión contraria) entre los inversores que publica Bank of America (y que tiene mucha fiabilidad cuando llega a esos extremos bajistas):
Por último, podemos ver cómo tras 7 semanas de reducción de flujos de liquidez o fondos en la renta variable, se acaba de producir una entrada notable esta misma semana, y esto es alcista para los mercados:
Y si, finalmente, a esto le añadimos la reducción de la perspectiva de inflación tras los últimos datos económicos en EEUU, que se refleja en una caída de la rentabilidad de los bonos, debe ir acompañada de una mejor percepción de la renta variable, muy castigada de por sí (menor descuento del equity por menores tipos de interés descontados que además se compararía mejor ante la rentabilidad del bono americano a 10 años).
En conclusión, en mi opinión, tras las fuertes caídas acumuladas en la renta variable, (hablamos de la cuarta mayor caída del S&P 500 tras los 100 primeros días de cotización -25 de mayo- desde 1928, y cuando esto ha ocurrido, los retornos el resto del año fueron positivos), podríamos estar inmersos en un rebote de cierta intensidad, por lo menos de corto plazo (otra cosa es si el mercado ha tocado fondo o no, que dependerá de la evolución de la inflación, los cuellos de botella y guerra y del crecimiento económico (¿estanflación?, ¿recesión económica a meses vista?…).